Bea Vidal, alicantina, ejerció como abogada durante once años, adquiriendo rigor, disciplina y empatía con el cliente. Sin embargo, decidió seguir su verdadera vocación: la decoración y el diseño de espacios. Desde entonces, crea armonía estética en cada proyecto, diseñando hogares únicos para personas diversas. Se aleja del lujo frío y apuesta por un diseño a medida, accesible para todos. Su enfoque es emocional, transformando espacios con sensibilidad y propósito. Inspirada por Ilse Crawford, busca aportar bienestar y felicidad a través de su trabajo, haciendo del mundo un lugar mejor.